martes, 4 de septiembre de 2018

Nuestros escritores: Entrevista a Rafael Arnal

Hoy os traemos una historia especial que refleja el placer de escribir. Rafael Arnal nos trae una historia destinada para hacer disfrutar de la lectura. Esperemos que os guste.

¿A quién está destinado Simplemente Paco?

El libro es mi primera experiencia como escritor. He querido hacer un libro fácil de leer y que, además de contar la vida de su protagonista, fuera divertido a la vez que didáctico. Lo he escrito pensando en quienes, en principio, me van a leer: amigos y familiares. No está destinado a un público concreto porque cada uno de los lectores iniciales es una persona distinta y lo interpretará de diferente manera. Creo que, caiga en la manos de quien caiga, puede ser leído por hombres y mujeres de cualquier edad y condición. Siempre pueden sacar algo interesante de él.

¿Qué fue lo que te inspiró a escribir este libro?

Desde que era un adolescente me ha gustado escribir. Ahora, ya fuera del mercado laboral y con tiempo libre bastante, he querido hacer lo que tanto tirempo llevaba pensando: escribir una historia. He mantenido un blog durante cierto tiempo (adusalem.blogspot.com) pero hace más de dos años que lo dejé con intención de escribir un libro, mi libro. Esa idea, unida a una serie de circunstancias, me llevó a sumergirme en la trabajosa labor de escribir. Los lugares, las situaciones, los personajes, han ido saliendo de mí como si siempre los hubiera llevado dentro y he intentado plasmarlos tal como los veía. No hay, pues un solo hecho puntual que me inspirara sino una conjunción de circunstancias que me han llevado a realizar uno de mis sueños, escribir para los demás.

¿Cómo fue el diseño de la portada?

Dudaba si hacer una portada con un bicicleta ya que, en principio, podría considerarse el objeto que daba pie a toda la historia. Finalmente, como un guiño al lugar donde Paco pasó su infancia y primera adolescencia, me decidí por dedicar la portada a la vara que marcó su devenir y que, directa o indirectamente, fue la causante de quedarse sin bicicleta. Se trata de la "vara de Zafra", pueblo, villa o ciudad que me inspiró y sirvió de base para el relato. El dibujo es obra de mi hija, Luisa, basado en una foto real de la citada vara.

¿Qué fue lo más difícil a la hora de hacer esta novela? 

No he encontrado excesivas dificultades en su escritura por ser un relato continuo y lineal que, para mi sorpresa, fluyó de mí con mucha naturalidad. Si he de destacar alguna dificultad ha sido el evitar contradicciones en su desarrollo y acomodar cada personaje a lo que quería de ellos, de tal manera que la historia no quedara con excesivas lagunas ni deslabazada. El trabajo de documentación ha sido arduo, aunque no difícil, pero, a pesar de ello, lo he hecho con ganas y alegría.

¿Y qué ha sido lo más gratificante? 

Gratificante, ahora que está acabado y editado, puedo decir que ha sido todo. He disfrutado muchísimo escribiéndolo, releyéndolo, corrigiéndolo e intercalando ideas que me asaltaban en cualquier momento y lugar, para lo cual mi moleskine ha sido fundamental. Y he disfrutado de llegar a cumplir un deseo que mantenía desde hacía más de cuarenta años: publicar.
Independientemente de la gratificación de crear algo que pueda ser leido y disfrutado por los demás, un momento de enorme emoción ha sido tener en mis manos el primer ejemplar ya listo para darlo a conocer a una pequeña parte de la humanidad.