lunes, 30 de mayo de 2016

Cómo escribir una novela


Una novela es un trabajo narrativo complejo de ficción. Las buenas novelas iluminan la realidad y muchas veces la trascienden, permitiendo que los lectores encuentren verdad y humanidad en mundos completamente fabricados.


Necesitarás tener una energía creativa sin límites y la determinación de ver tu trabajo completo.


Parte 1 de 3: Creando un mundo ficticio


1. Inspírate. Escribir una novela es un proceso creativo y nunca sabes cuándo una buena idea puede venir a ti. Lleva contigo un cuaderno y una pluma (bolígrafo, lápiz) para que puedas escribir ideas sin importar dónde estés.


  • No esperes que la inspiración venga a ti. La mejor manera es buscar algo que te dé inspiración. No necesariamente tiene que ser un libro, puede ser un programa de televisión, una película o incluso ir a una exhibición o una galería de arte.
  • Usa tu cuaderno para escribir fragmentos, párrafos o frases que harán parte de una historia más completa.
  • Piensa en todas las historias que te han contado, historias que han sido pasadas en tu familia o que te hayan contado en tu infancia. Considera un momento de tu infancia o de tu pasado que aún tengas muy presente.

2. Decide qué tipo de novela quieres escribir. Lee todo lo que puedas que ya haya sido escrito del género que deseas interpretar para construir una novela, siguiendo los parámetros del género. Y si no te has decidido por completo por un género o estás trabajando en más de uno, no hay problema.

  • La intención de las novelas literarias es que sean obras de arte que abordan en profundidad determinados temas, con simbolismos y herramientas literarias complejas.
  • Las novelas comerciales son consideradas aptas para entretener y vender muchas copias. Se dividen en varios géneros, incluyendo ciencia ficción, suspense, fantasía, romance, o ficción histórica, entre otros. Muchas novelas de estos géneros siguen fórmulas predecibles y están escritas en distintos volúmenes. Aunque que una novela venda muchos ejemplares no implica que no sea una obra de arte.

3. Piensa en el escenario. Una vez que hayas decidido el género (o géneros) dentro del cuál te moverás, comienza a pensar en un escenario para tu novela. Debes pensar en un universo entero para ubicar tu historia.

4. Crea un protagonista y otros personajes. El protagonista de tu novela debe cobrar vida con una personalidad fácilmente reconocible y con una forma de pensar propia. Los protagonistas no necesariamente deben ser agradables, pero su historia debe ser contada de tal manera que los lectores se interesen. Uno de los placeres de leer ficción es "meterse" en la piel del personaje, viviendo en sus zapatos. Tus personajes deben estar tan bien desarrollados en tu mente que se sienta natural ayudarlos a navegar a través de tu mundo ficticio.

5. Visualiza la trama. La mayoría de las novelas, sin importar el género, tienen algún tipo de conflicto. La tensión se construye hasta el momento en que alcanza un clímax y luego se resuelve de alguna manera (introducción, nudo y desenlace). Esto no significa que las novelas tengan siempre finales felices. Tampoco es necesario que la novela sea lineal, puede empezar en el presente y puede saltar una y otra vez entre el pasado y el presente, o puede empezar en el pasado y dar un salto 20 años hacia el futuro.

6. Decide un punto de vista. Las novelas por lo general están escritas en tercera o primera persona, pero también pueden ser escritas en segunda persona, o en una combinación de múltiples perspectivas. La primera persona es la voz propia que cuenta la historia desde el punto de vista de un personaje; la segunda persona, menos común, se dirige al lector como "tú" y le cuenta al lector exactamente lo que él o ella están haciendo, y la tercera persona describe un personaje o un grupo de personajes desde una perspectiva externa.

7. Considera empezar de cero. Pese a que es estupendo empezar con un género, trama, personajes, y un escenario en mente, si quieres escribir una novela, no deberías estar muy empantanado con todos estos detalles en el principio. Puedes inspirarte con algo muy simple: un momento histórico, una parte de una conversación que escuches en el supermercado o una historia que tu abuela alguna vez contó. Esto puede ser suficiente para que empieces a escribir y a crear algo a partir de tus conocimientos.



Parte 2 de 3: Haz un esquema de tu novela


1. Considera hacer un boceto. Cada novelista tiene un método diferente de comenzar una novela. Crear un boceto puede ser una buena manera de concretar tus ideas y te dará pequeñas metas a alcanzar para que trabajes en vistas a una meta mayor como lo es escribir un libro entero. Pero si escribes desde la mitad y no tienes todos los detalles (o ninguno), entonces solo debes inspirarte y escribir lo que sientas que está bien hasta que te aferres a algo que realmente te atraiga.



2. Encuentra una rutina que funcione para ti. Para completar tu primer borrador, tendrás que encontrar un tiempo y un lugar que sea propicio y te conduzca hacia tus metas de escritura. Puedes escribir a la misma hora todas las mañanas o tardes, escribir en espacios de tiempo intercalados durante el día, o escribir durante muchas horas tres días a la semana. Cualquiera que sea tu rutina, no puedes escribir solo cuando estés inspirado. Esto es un mito. Tendrás que tratar tu escritura como un trabajo real y seguir una rutina regular, ya sea que te sientas con ganas o no.




3. Investiga. La cantidad de investigación que tendrás que hacer dependerá de la novela que escribas. La investigación que harías si escribes ficción histórica establecida durante la Guerra de Secesión, por ejemplo, será mayor a la investigación que harías si vas a escribir una novela para adultos jóvenes, inspirada en tus experiencias en la secundaria. Utiliza la biblioteca y entrevista a varias personas.


4. Escribe un primer borrador. Cuando te sientas listo, siéntate y empieza a escribir un primer borrador de tu novela. No te preocupes de que el lenguaje quede perfecto, nadie más aparte de ti lo leerá. Escribe sin juzgarte. Las partes menos pulidas de la novela pueden resultar ser las más irresistibles en el futuro.


Parte 3 de 3: Revisando la novela

1. Escribe la cantidad de borradores que sean necesarios. Puedes tener suerte y solo tener que escribir tres borradores hasta lograrlo. O quizás tengas que escribir 20 borradores antes de que sientas que la novela se está lista. Una vez que hayas escrito suficientes borradores de tu novela y te sientas listo para avanzar, puedes pasar a la etapa de la edición.

2. Practica la autoedición. Cuando tu primer borrador esté terminado, ahí comienza el trabajo real. Es hora de quitar lo que no vale la pena, reescribir capítulos enteros y pulir tu lenguaje. No hay necesidad de editar cada frase después del primer borrador. De todos modos, la mayoría de las palabras cambiarán para el momento en que hayas completado un borrador sólido.

3. Muéstrale tu trabajo a otras personas. Comienza mostrándole tu trabajo a alguien en quien confías, para que puedas acostumbrarte a la sensación de que otros lean tu trabajo. Únete a un taller de escritura o crea tú mismo un grupo de escritura. No tengas en cuenta sólo una opinión.

4. Considera publicar tu novela. Muchos novelistas principiantes ven su novela como una experiencia de aprendizaje que los puede ayudar a escribir ficción en el futuro; sin embargo, si te sientes seguro de tu novela y quieres publicarla, aquí entramos nosotros para ayudarte.



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